Sea usted un particular o un empresario, es muy improbable que no tenga relación con algún banco. Si es así, desde hace unos años, su entidad financiera le puede haber requerido, en una o más ocasiones, que le proporcione datos para identificarlo y sobre su actividad económica. Si lo recuerda, en esas solicitudes le habrán mencionado las políticas KYC, por las siglas de Know Your Consumer. ¿De qué se trata?
Prevención del blanqueo de capitales
Lo que está en el origen de las exigencias KYC por parte de los gobiernos a las entidades financieras es la lucha internacional contra el blanqueo de capitales, y la delincuencia asociada a dicho blanqueo (el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, etcétera). Estas medidas se han adoptado en países de todo el mundo a partir de los acuerdos alcanzados internacionalmente. Por ejemplo, en los países de Europa existe un marco regulatorio a nivel europeo aparte de las leyes de cada estado.
Si su empresa va a realizar algunos servicios financieros para sus consumidores, tendrá que familiarizarse con siglas como KYC, pero también como AML, acrónimo de Anti-Money Laundering. Será el caso, por ejemplo, de las compañías que operen como iniciadoras de pagos, ya que la entrada en vigor de la PSD2 obliga a las empresas a las que se considere Third Party Payment Service Providers –TPP –a registrarse como Payment Initiation Service Providers –PISPs (o como Account Information Service Provider –AISPs). Tendrán, por tanto, la misma obligación de recopilar cierta información que un banco tradicional.
Identificación de consumidores
Como decíamos, esto ha supuesto que, desde hace unos años, las entidades reclamen a sus clientes una identificación formal a través de un documento (por ejemplo, un pasaporte), incluso aunque haga tiempo que tienen tratos con dicha persona. A esta identificación formal, habrá que añadir una identificación “real”, para prevenir, por ejemplo, el uso de testaferros para crear sociedades. Aquí nos solicitarán información destinada a conocer cuál es la naturaleza de nuestra actividad como profesionales o empresarios (nóminas, declaraciones de ingresos, pagos sociales por nuestra actividad por cuenta propia, etc.).
Al ser un requisito legal, el no proporcionar dicha información puede suponer, incluso, que no nos abran una cuenta, o que nos la cancelen si ya estaba abierta. Porque, además, la entidad tiene la obligación de ir haciendo seguimiento de sus clientes, y de pedir información adicional cuando, por ejemplo, detecte un posible cambio de actividad.
Reforzar la seguridad
Vemos que la entrada de nuevos jugadores (caso de las FinTech) en el panorama financiero no va a suponer una disminución de las medidas encaminadas a luchar contra el blanqueo. Tampoco va a ir en detrimento de la seguridad de usuarios y empresas. La nueva directiva europea de servicios de pagos, PSD2, refuerza las medidas de seguridad, imponiendo, por ejemplo, la autenticación reforzada o SCA (Strong Customer Autentication).
La nueva directiva motivará que los usuarios deban proporcionar para identificarse (y, por tanto, acceder al servicio financiero) al menos dos de tres posibles elementos: algo que conocen (como puede ser una contraseña o código PIN); algo que les pertenece (caso de una tarjeta o un teléfono móvil); y algo inherente a ellos (por ejemplo, su huella dactilar, o alguna otra coordenada biométrica).
APIs que le permiten cumplir con las nuevas reglas
Las posibilidades abiertas por la suma de la llegada del open banking más el desarrollo de las tecnologías son muchas, y todas deben hacer una contribución para un mejor servicio al cliente. Por ejemplo, ya es posible trabajar con un onboarding digital (proceso de identificación no presencial), con las comodidades que conlleva frente al presencial o semipresencial.
Pero, ¿cómo puede su negocio cumplir con las nuevas exigencias sin perjudicar la experiencia de usuario de sus clientes? En Unnax ponemos a su disposición APIs que le permitirán acceder a la actividad bancaria de sus clientes para identificarlos (con un perfecto cumplimiento, en tiempo real, de KYC y AML); a la vez, le informarán, también en tiempo real, del estado financiero del cliente; y, como ventaja añadida, estará recogiendo información útil sobre sus hábitos de consumo. Nuevos tiempos, nuevas oportunidades. Le ayudamos a aprovecharlas.